Cuando un perro llega a nuestro hogar, inmediatamente pasa a convertirse en una parte fundamental, ¡es el miembro más mimado de la familia! El vínculo que llegamos a crear con nuestra mascota, es algo realmente profundo, por lo que es comprensible que disfrutemos en grande del tiempo junto a estos peludos.

Admitámoslo, no hay nada mejor que el recibimiento de nuestro querido perrito cuando llegamos a casa: ver esos ojos llenos de amor, su alegría y su entusiasmo al vernos, es algo imposible de explicar a quienes no comparten su vida con un perro. Tu mascota pasa a ser tu mejor amigo, el ser incondicional que te consuela y llena tu casa de energía.

No obstante, ¿qué ocurre con las despedidas? Si bien las llegadas a casa son toda una fiesta, no ocurre lo mismo cuando nos vemos obligados a abandonar el hogar durante el día. Y es que, siendo realistas, son muy pocos los casos en los que tenemos la posibilidad de pasar todo el tiempo en casa, o dedicándole atención a nuestro perro. Ahora, cuando llega el momento de salir, ya sea para trabajar fuera de casa durante varias horas, o para ir a comprar durante 20 minutos, no resulta un plato de muy buen gusto para el animal.

Ellos no tienen noción del tiempo, por lo que, aunque salgas durante un pequeño periodo, él sentirá que no te ha visto en todo el día, por lo que nos enfrentamos a un grave problema que afecta a gran parte de los perros: la ansiedad por separación.

Este trastorno afecta a muchas partes por igual; por un lado, molesta a todos los vecinos de nuestro alrededor, que se ven obligados a escuchar los lloros y ladridos del perro cuando se queda solo en casa. Por otra parte, nos afecta a nosotros como dueños, ya que sufrimos también esa separación, sobre todo a la hora de saber que ellos lo pasan tan mal. Y, por último, y más importante, afecta negativamente al propio animal, que pasa por un periodo de nerviosismo y ansiedad innecesarios.

Sabemos que tu perro y tú necesitáis acabar con la ansiedad por separación, por lo que te ofrecemos los siguientes consejos. Si los sigues, pueden resultarte muy útiles para mejorar el comportamiento de tu perro, la relación con él y sus inevitables ratos de soledad.

1. Intenta empezar despacio

Si acabas de adoptar a tu mascota, es el momento de ir poco a poco. Es completamente normal que tu perro pase por un enorme nerviosismo si lo dejas solo durante horas desde el primer día, sobre todo si se trata de un cachorro, o de un perro recién adoptado. Este tipo de animales, siempre relacionará el quedarse solo en casa, con un estado de desolación, por lo que es importante tener un periodo de transición, que le permita ir acostumbrándose, y acabar viendo tu marcha como algo normal.

Esto significa que, en vez de empezar dejando a tu mascota sola durante muchas horas, intenta empezar haciéndolo en breves periodos de tiempo. Por ejemplo, un día puedes probar a dejarle solo durante 10 o 15 minutos, e ir aumentando la duración de tus salidas progresivamente.

Desde ya te avisamos, se trata de un proceso largo, que acabará formando una gran parte de la educación de tu perro, así que ¡ve con mucha paciencia!

2. No alargues lo inevitable

En este aspecto, es como si estuvieses tratando con un niño pequeño: si alargas demasiado las despedidas, y celebras demasiado efusivamente las llegadas, le estarás diciendo entre líneas a tu perro que solo puede ser feliz cuando tú estás, por lo que el tiempo a solas se le hará mucho más difícil.

Sabemos que puede ser difícil, pero piensa a largo plazo en la salud mental de tu perro, y consigue resistirte. Verás cómo, si no pasas mucho rato mimándolo antes de salir, ni inviertes mucha energía cuando llegas a casa, él se acostumbrará mucho más rápido a tu ausencia. Aunque te cueste, intenta no hacerle demasiado caso al can antes de salir, ni cuando acabes de llegar.

3. Cansarlo es la clave

Una muy buena idea es agotarlo antes de salir: paséalo, deja que corra durante un rato o juega con él. Veinte minutos o media hora será suficiente, y harán mucho más llevadero el tiempo que tu mejor amigo pasará sin ti. Intenta organizarte de manera que puedas reservar ese ratito para entretenerle antes de salir.

 

¡Ya lo sabes! Como siempre te decimos, la salud de tu mascota está en tus manos, así que sigue estos consejos y verás la gran evolución de tu perro. Si la ansiedad de tu mascota no disminuye con estos métodos, recuerda recurrir cuanto antes a tu veterinario de confianza.